Mouawad nähert sich dem arabisch-israelischen Konflikt mit „Tots ocells“, einem „Romeo und Julia“ des 21. Jahrhunderts

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¿Hasta qué punto la herencia de la historia familiar hipoteca el futuro de las nuevas generaciones? ¿Cómo alcanzar la paz entre dos facciones enfrentadas históricamente? ¿Es posible el amor entre personas cuyos pueblos combaten entre sí? Estas y otras preguntas aparecen en ‘Tots ocells’, la nueva obra del autor Wajdi Mouawad (Deir el Qamar, Líbano, 1968), de quien Oriol Broggi ha estrenado muchas de sus obras en la Biblioteca de Catalunya. Lo dio a conocer en Catalunya con ‘Incendis’ y después montó ‘Cels’, ‘Boscos’, ‘Un obús al cor’ y ‘Assedegats’.

Ahora, con el conflicto entre árabes e israelís más candente que nunca, La Perla 29 estrena la semana próxima ‘Tots Ocells’ en la Biblioteca de Catalunya, una ambiciosa producción con un fantástico reparto de ocho actores que estará en cartel hasta el 28 de julio. La obra habla del conflicto árabe-israelí a través de tres generaciones. Dura poco más de tres horas sin contar el descanso que hay entre la primera parte, de casi dos horas, y la segunda, de 1 hora y 20 minutos. Las entradas del montaje englobado en el Grec Ciutat están volando, así que ya están a la venta las que permitirá ver la obra del 5 de septiembre al 20 de octubre.

Thriller, amor, familia e Historia se mezclan y se potencian en ‘Tots ocells’, una tragedia contemporánea trenzada con un rico lenguaje poético y pensamientos filosóficos. Es como gran un puzzle, con saltos espacio-temporales. “Mouawad une elementos de la tragedia griega y de la poesía de Skakespeare”, ha afirmado Broggi en rueda de prensa. “Esta obra es como una catedral”, ha añadido. Para el director uno de los temas principales son “los miedos que heredamos”.

Guillem Balart in einem Essay für „Tots ocells“. / Bito Cels

En ‘Tots ocells’ Mouawad regresa a temas como la identidad, las creencias, los miedos y su transmisión entre generaciones con un texto que habla de la necesidad de ponerse en el lugar del otro. “No toma partido político, pero sí por el amor”, resalta Broggi. La obra, con traducción de Cristina Genebat, tiene como punto de partida la historia de dos jóvenes estudiantes de 21 años que se enamoran en Nueva York, donde estudian, pese a las rencillas entre sus respectivos pueblos.

“La obra no toma partido político pero sí por el amor”

Eitan, un apasionado por la genética, es judío. Wahida, estudiante de Historia, es árabe. Juntos viajarán a Israel, donde él quiere presentar su novia a su abuela que vive en Jerusalén y también irán a Jordania donde ella espera recopilar información para su tesis doctoral sobre Wazzân, un sabio musulmán del Siglo XVI que se convirtió al cristianismo. Pero sufren un ataque terrorista y Eitan se queda en coma. Mientras Wahida no se separa de su cama se enfrentará no solo a la incertidumbre sobre recuperación de su novio sino a toda enemistad histórica entre árabes e israelíes, que ella y Eitan desafían con su amor. La obra tiene algo de Romeo y Julieta del siglo XXI.

Realidad y ficción

Mouawad publicó la obra en 2018, mucho antes de la sangrienta invasión de Palestina tras el ataque de Hamás el pasado 7 de octubre. El conflicto actual hace que el texto resuene de otra manera. “Es imposible no conectar el texto con todas las noticias que nos llegan”, ha confesado Guillem Balart, que interpreta a Eitan. Miriam Moukhles encarna a Wahida. Marissa Josa es Leah, la abuela de Eitan y Xavier Boada es Etgar, el abuelo, un hombre marcado por el Holocausto que vive en Berlín. Joan Carreras y Clara Segura son David y Norah, los padres del chico que creció en Berlín. “Yo he necesitado alejarme de las noticias para poder centrarme en mi trabajo y que no me influencie”, ha reconocido Segura.

“He necesitado alejarme de las noticias para poder centrarme en mi trabajo y que no me influencie”

“Hacer que estas palabras tan poéticas lleguen de manera sencilla al espectador, desde el ahora y aquí es lo más complicado”, ha señalado Màrcia Cisteró, que encarna a Eden, una soldado israelí. Completa el reparto Xavier Ruano, que interpreta varios personajes entre los que destaca Wazzân. Se trata de un personaje histórico que contribuirá a aportar algo de luz al conflicto. “Permite responder a preguntas que nos hacemos en nuestra época como ¿Qué es una vida entre dos mundos? ¿Qué es un migrante? ¿Qué es un refugiado? ¿Qué es un mutante? ¿Qué es origen y qué es identidad?”, ha asegurado Moukhles. Ella y Carreras debutan el la Biblioteca. El resto de sus compañeros ya había trabajado allí a las órdenes de Broggi en obras de Mouawad.

Miriam Moukhles bei einer Probe von „Tots ocells“ / Bito Cels

El texto está compuesto de muchas capas. Una de ellas es la idiomática, pues la mayoría de personajes hablan más de una lengua. Broggi ha optado ofrecer la obra en catalán y proyectar en una pantalla las palabras en el idioma original que el autor utiliza en determinados momentos: alemán, inglés, hebreo, árabe y francés. “Es como una gran torre de Babel donde las culturas se entienden porque esta historia de amor lleva implícita una promesa de reconciliación entre generaciones, entre pueblos e individuos”, comenta el director. Eso sí, se escuchará alguna frase en árabe porque Moukhles tiene conocimientos gracias a su padre marroquí y a su interés por aprender este idioma que está estudiando.

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